El herpes labial, también llamado herpes febril, es una infección viral frecuente. Se trata de pequeñas ampollas llenas de líquido sobre los labios o alrededor de ellos. Estas ampollas a menudo se agrupan formando manchas. Una vez que las ampollas se rompen, se forma una costra que puede durar varios días. El herpes labial suele curarse en 2 o 3 semanas sin dejar cicatriz.
El herpes labial puede contagiarse de una persona a otra por contacto cercano, por ejemplo, al besarse. Generalmente están causadas por el virus del herpes simple de tipo 1), y menos comúnmente por el virus del herpes simple de tipo 2. Estos dos virus pueden afectar a la boca o los genitales y pueden contagiarse a través del sexo oral. El virus puede contagiarse aunque no se vean las llagas.
No hay cura para el herpes labial, pero el tratamiento puede ayudar a controlar los brotes. Los medicamentos o cremas antivirales recetados pueden ayudar a que las llagas sanen más rápidamente. Asimismo, pueden hacer que los futuros brotes sean menos frecuentes, más breves y menos graves.