Cuando una mujer está embarazada se espera que todo se desarrolle bien y el bebé llegue al mundo sano y feliz. Seguramente éste también era el deseo de Mónica Vega, una madre colombiana que se llevó una increíble sorpresa. ¡Conoce su historia!
Mónica, originaria de Barranquilla, se encontraba muy feliz y ansiosa por la llegada de un nuevo miembro a la familia. Sin embargo, un control rutinario lo cambió todo.
Durante la ecografía la expresión del médico cambió. Se suponía que solo se aseguraría que el bebé en el vientre de Mónica se encontraba en perfecto estado. Pero al observar mejor, el doctor no podía creer lo que estaba viendo. Había algo extraño en el interior de la bebé.
Tras realizar algunas pruebas y ultrasonidos, lograron descubrir que no se trataba de ningún tumor o malformación. Sin embargo, el bebé dentro de su vientre, también estaba embarazada.
“Y cuando tú le dices a una mamá, oye, mira, tu bebé que está en el vientre está embarazada, pues la mamá entra un poco en shock. Al principio un poco denegación, no te lo crees mucho”, cuenta el ginecólogo Miguel Parra a Primer Impacto.
La madre, no entendía cómo era posible que su bebé estuviese embarazada. Según los especialistas, casos como éste se dan cuando un bebé se desarrolla dentro del otro. “Uno de los bebés se pega a la circulación materna y el otro bebé se pega a la circulación de su hermano”, explica el doctor Miguel Parra.
Es conocido como “Fetus in fetu” o como bebé parásito, debido a que el bebé pegado no tiene cerebro ni corazón, pero se alimenta de su hermano, en este caso de la bebé de Mónica.
Luego de descubrir al bebé parásito, los doctores adelantaron el nacimiento de la pequeña, a la que llamaron Itzamara. Este tipo de embarazo es extremadamente inusual, y ocurre en uno de cada millón de embarazos.
Si los médicos hubiesen esperado, esta pequeña tendría menos probabilidades de sobrevivir. Por eso, con lágrimas en los ojos y su hija en brazos, Mónica comenta: “Le doy gracias al Señor porque está con vida”.